La Organización de Estados Americanos (OEA) nombró este lunes, mediante consenso, al canciller de Surinam, Albert Ramdin, como su nuevo secretario general para el período 2025-2030. Su elección se produjo luego de que Rubén Ramírez Lezcano, ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay y firme defensor de posturas provida, retirara su candidatura debido a la falta de respaldo regional.
Según informó RCC Paraguay, el retiro de Ramírez Lezcano fue consecuencia de presiones ideológicas. El medio atribuye la pérdida de apoyo a una estrategia coordinada por cinco países sudamericanos —Brasil, Colombia, Bolivia, Chile y Uruguay— que, asegura, respondieron a criterios políticos más que diplomáticos.
De acuerdo con el análisis de RCC, esta “articulación regional” habría tenido como objetivo frenar la candidatura de Paraguay por su afinidad con valores conservadores, promoviendo en cambio una visión alineada con agendas progresistas. En ese marco, se cuestionó la narrativa de que Paraguay habría gestionado mal su postulación, argumentando que Ramírez Lezcano sostuvo encuentros con distintos líderes de la región, incluido el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
El medio también respondió a una columna publicada en O Globo por el periodistaalianza entre Paraguay y Estados Unidos y el contexto financiero complejo que atraviesa lapor la periodista brasileña Janaína Figueredo, quien criticó a Paraguay por buscar apoyo de la administración estadounidense durante el mandato de Donald Trump. Sin embargo, RCC sostuvo que esa estrategia era parte de una lógica geopolítica legítima, considerando la alianza histórica entre Paraguay y Estados Unidos y el contexto financiero complejo que atraviesa la OEA.
Por otro lado, defendieron la decisión paraguaya de anunciar su candidatura durante la Asamblea General de la OEA en 2024, tal como han hecho otros países anteriormente, como Costa Rica.
Con la designación de Albert Ramdin, quien ha manifestado públicamente su adhesión a principios progresistas como la ideología de género, se marca una diferencia clara respecto a la propuesta que representaba el diplomático paraguayo.
Esta elección pone en evidencia la creciente influencia de los alineamientos ideológicos dentro del sistema interamericano, donde las decisiones en organismos multilaterales como la OEA se ven cada vez más atravesadas por tensiones entre visiones conservadoras y progresistas.