El embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, elevó un fuerte reclamo al gobierno israelí por el trato que, según denunció, están recibiendo diversas organizaciones cristianas evangélicas que operan en ese país. La carta, de tono inusualmente duro, fue dirigida al ministro del Interior, Moshe Arbel, y también remitida a altos funcionarios israelíes, entre ellos el primer ministro Benjamin Netanyahu.
En el documento, que se filtró a medios israelíes, Huckabee expresó su “profunda decepción” por la persistencia de obstáculos burocráticos en la emisión de visados para trabajadores religiosos cristianos, una situación que, según el diplomático, se ha deteriorado en lugar de mejorar, a pesar de las reuniones mantenidas para abordar el tema.
Huckabee, una figura prominente dentro del movimiento cristiano evangélico y reconocido por su histórica cercanía con Israel, advirtió que si no se revierte esta política, podría recomendar a los ciudadanos estadounidenses que reconsideren sus viajes y apoyo financiero a Israel. También sugirió la posibilidad de tomar medidas recíprocas en el proceso de visado para ciudadanos israelíes.
La controversia gira en torno a investigaciones administrativas y demoras en la concesión de permisos a organizaciones con larga trayectoria en Israel, como la Conferencia Bautista y la Alianza Misionera Cristiana. Según la carta, se han sometido a estas entidades a procedimientos extensos que incluyeron la revisión de sus creencias religiosas y actividades, sin que se les hayan concedido los visados correspondientes durante el proceso.
En respuesta, el ministro Moshe Arbel —miembro del partido ultraortodoxo Shas— aseguró desconocer los casos mencionados y se mostró sorprendido por la dureza del reclamo. Afirmó que su cartera ha respondido diligentemente a todas las solicitudes y se comprometió a investigar los hechos denunciados por el embajador.
Este episodio marca un inusual roce en la tradicionalmente estrecha relación entre Estados Unidos e Israel, en particular con sectores evangélicos estadounidenses que han sido históricamente aliados del Estado israelí. Huckabee advirtió que el actual rumbo podría tener consecuencias en esa alianza.