El Poder Ejecutivo Nacional oficializó ayer, mediante el Decreto 486/2025 publicado en el Boletín Oficial, el reconocimiento de las organizaciones religiosas no católicas como personas jurídicas religiosas en todo el territorio argentino. La medida, firmada por el presidente Javier Milei, representa un paso significativo hacia la igualdad jurídica de diversas confesiones religiosas en el país.

Este decreto responde a un reclamo de larga data por parte de comunidades cristianas evangélicas y otras agrupaciones religiosas que, durante décadas, buscaron ser reconocidas legalmente como iglesias, más allá del estatus de asociaciones civiles o fundaciones que se les asignaba hasta ahora.
La iniciativa es fruto de años de trabajo conjunto, marcado por la perseverancia, el compromiso institucional y la fe de quienes impulsaron este reconocimiento. Entre los actores clave se encuentran el Secretario de Culto de la Nación, Nahuel Sotelo, y el Dr. Daniel Vítolo, titular de la Inspección General de Justicia (IGJ), quien en 2024 ya había promovido una medida similar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Posteriormente, se sumaron provincias como Santa Fe, Córdoba, Corrientes y Neuquén, entre otras.
Con este reconocimiento, las iglesias inscriptas en el Registro Nacional de Cultos podrán rubricar sus libros contables directamente, sin necesidad de adoptar otras formas jurídicas, como fundaciones o asociaciones civiles. La medida se fundamenta en lo dispuesto por el artículo 148, inciso e), del Código Civil y Comercial de la Nación, reformado en 2014.
A partir de ahora, las provincias deberán adecuar sus normativas y procedimientos para facilitar esta nueva figura jurídica. En tanto, la IGJ —dependiente del Ministerio de Justicia— será la encargada de coordinar con los organismos provinciales para asegurar una implementación uniforme y efectiva.
Desde la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) se destacó el valor de esta decisión: “Celebramos este paso como una victoria para la libertad religiosa, la igualdad ante la ley y el fortalecimiento institucional de las iglesias evangélicas y otras entidades religiosas en nuestro país”.